Parte II: la apropiación de la simbología indígena en la construcción del discurso político.
- Renata Díaz Valdivieso
- 13 oct 2019
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 17 oct 2019
La trayectoria de la apropiación de signos en la política ha jugado el rol de modulador del lenguaje en la historia del Ecuador más no una postura real. Ejemplos que se reparten en distintos casos y culminan con el dialogo por la paz realizado el día de hoy, domingo 13 de Octubre, 2019.
Dentro de la historia del Ecuador, Rafael correa fue el primer presidente en apropiarse de simbología indígena, de la mano de los distintos dirigentes que protagonizaron la era del socialismo del signo XXI en América Latina. Las camisas bordadas del ex presidente y toda la composición de su guarda ropa, desde la tipología de los cuellos hasta los accesorios o elementos que acompañaban sus representaciones políticas emitían un claro mensaje, “soy parte del pueblo” “yo los represento” “soy su voz”. Discurso que se vio desilachado durante los 10 años de mandato, donde el gobierno atentó contra los indígenas, sus derechos, su tierra sagrada y cosmovisión.
Así mismo, en temporada de elecciones el uso del “poncho indígena” como otros elementos han querido ocupar el mismo rol como símbolo de unión. Todos los políticos lo han usado para poder verse inmersos en un mismo código. Como si la indumentaria jugara el rol protagónico de emisor del mensaje. “Somos uno” expresa, como una manta que cobija a un pueblo tan diverso como contrario, como si la atribución de un signo rompiera las barreras económicas y culturales que existen entre los políticos y sus representados, que al final de los tiempos se ven coartadas por las medidas económicas que se toman siempre en “pos” de quienes jamás se vestirían de poncho.

El día de hoy, se llevó a cabo el Diálogo por la paz, con los distintos representantes del pueblo indígena, del gobierno y mediadores internacionales. El presidente llevaba una campera tipo bomber abierta y una camisa con el cuello desabotonado, el poncho ya no cumplía los efectos de código al cual quería pertenecer por lo tanto no lo portaba. Los indígenas por otro lado, cargaban elementos característicos de la importancia del evento, plumas y pieles pintadas. Que fuera de ser una mera producción para la televisión comunicaban a su pueblo que los veía a través de los medios digitales. “Estamos aquí como nuestros propios representantes, no nos apropiamos de los símbolos, portamos nuestra herencia y ejercimos la fuerza para ser nuestra propia voz”.
Rompiendo así el uso de elementos simbólicos como fachada para los medios y la construcción de un mero discurso político a través del empoderamiento de su verdadero lenguaje y significado: La herencia cultural e indigena presente en el país.

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